Alma ha llegado del mar. Otto no entiende su idioma y, desde que
está en su casa y le ha tenido que dejar su habitación, se siente desplazado.
La atención de sus padres, su abuela y hermanos ahora se dirige a Alma. Y a
Otto, el pequeño de la familia, esto no le hace mucha gracia.
A pesar de todo, la comunicación entre ambos irá
más allá de las palabras y la amistad trascenderá la posible distancia que
aparece en un primer momento.
Gracias a la presencia de un amuleto, Otto
entenderá mejor el origen de Almaz Sebhat, el verdadero nombre de la niña que
vino del mar.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario