Estas fabas son las primeras de Asturias certificadas con un sello de calidad internacional (Global GAP), que garantiza su procedencia, las buenas prácticas en el cultivo y el respeto al medio ambiente durante cada una de las etapas de su producción.
Las fabas han pasado un riguroso examen que duró más de un año.
El Global GAP es una empresa independiente que analiza las calidades de los producos de principio a fin.
El sello Global GAP es imprescindible para vender el producto en grandes superficies y también fuera de España.
Roberto planta tres hectáreas de fabas todos los años.
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